GUÍA PARA SOBREVIVIR A UNA ISLA

Alexander es un solitario y reservado periodista de investigación al que un día le desaparece la novia sin dejar rastro. Al día siguiente, se asusta al comprobar que su cara también desaparece y que no ve su refejo. Acude el oftalmólogo y éste le deriva al neurólogo: tiene un raro tumor cerebral benigno. Al cabo de un tiempo, el médico le explica que el tumor ha crecido y es muy agresivo. Le han de operar con urgencia porque si no morirá. No existen demasiadas garantías y probablemente perderá su identidad. Alexander decide pasar el día antes de la operación lo más tranquilamente posible, pero esa noche le despierta un tiroteo. Un hombre ha sido asesinado en las inmediaciones de su casa. También visita su librería favorita, donde el librero (al que llama «tío») le muestra el sótano, una especie de cripta con millones de libros, y le explica que en ella se escondieron cientos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellos su madre. Cuando se despide, una extraña chica le regala un libro sin fecha de publicación mención de autor ni editorial, titulado Guía para sobrevivir a una isla. Al día siguiente, aparece la siguiente noticia: el hombre al que dispararon es Alexander, que se encuentra en coma, al recibir una bala en la cabeza.